Evaluar los aprendizajes a distancia en tiempos de coronavirus: una propuesta de evaluación diagnóstica en primer año escolar

Evaluar los aprendizajes a distancia en tiempos de coronavirus
Foto: Jens Mahnke

Por Tania Presa, Evangelina Méndez y Noelia Campos

La situación que hoy vivimos puede concebirse como «una oportunidad para repensar la educación, ampliar el aprendizaje a distancia y hacer que los sistemas educativos sean más resistentes, abiertos e innovadores» (UNESCO, 2020)

Este artículo pretende reflexionar en torno al lugar de la evaluación de los aprendizajes en el escenario de la educación a distancia a partir de la situación de emergencia sanitaria que estamos atravesando a nivel mundial. Entendemos que el desplazamiento de la presencialidad a la modalidad a distancia ha sido “forzoso” y con ello muchas dificultades se han presentado, sobre todo aquellas que refieren a cómo implementar una evaluación diagnóstica desde un entorno virtual. Esto parece ser un inquietud que en tiempos de coronavirus se incrementa por el momento del año lectivo que estamos transitando. En este sentido, nos centraremos en la evaluación diagnóstica en el primer nivel, diseñando una propuesta para evaluar de forma diagnóstica ciertos aspectos del área de lengua y de las habilidades no cognitivas de forma virtual. Comenzaremos el recorrido trayendo algunos elementos teóricos referidos a la evaluación educativa a nivel general, la evaluación diagnóstica y los aportes que se han venido haciendo desde el SEA (Sistema de Evaluación de Aprendizajes) mediante la evaluación en línea.

1. Sobre la evaluación:

Sabemos de la complejidad que el fenómeno de la evaluación educativa implica (Díaz Barriga, 2014), en parte porque entran juego creencias, cuestiones de poder y de autoridad docente, y por el otro, porque requiere del diseño de documentos, consignas, actividades destinadas a los estudiantes, dimensiones no siempre fáciles de conciliar.

En tanto, la evaluación se presenta como una moneda de dos caras, que refleja, tanto el desempeño como educador, como los aprendizajes de los estudiantes, siendo un elemento que nos expone y nos visibiliza. La evaluación como tarea cotidiana de las instituciones educativas (Ander Egg, 1996), podemos definirla como un “proceso o procedimiento que permite no solo saber cómo han ido avanzando los estudiantes en su trayecto de aprendizaje, sino que también es un medio u ocasión relevante de enseñanza y de aprendizaje, de actuación formativa y, en definitiva, de educación de los alumnos.” (Aguerrondo, Diago, Cañizal, 2010, p. 15). Así, nos es posible identificar, de acuerdo a su intencionalidad y momento en que se realiza, los siguientes tipos de evaluación: diagnóstica o inicial, de proceso y final o sumativa. En esta oportunidad haremos foco en la evaluación inicial o diagnóstica, la cual posee como objetivo fundamental saber los conocimientos previos de los estudiantes, partiendo de la premisa de que el ”maestro considera que sus alumnos han adquirido las capacidades que comprende el curso, ciclo o nivel anterior.”(p.18). La evaluación diagnóstica constituye el punto de partida de una propuesta pedagógica planificada para el transcurso del año, a partir de la cual el docente podrá proyectar diferentes situaciones didácticas. Esta evaluación, no solo ha de poder considerar conocimientos previos, vinculados a saberes que se inscriben en un curriculum, sino que, también es necesario dar a conocer aspectos referentes a los contextos de pertenencia de los estudiantes, sus vínculos con el grupo, con la institución y con la familia, y el lugar de las habilidades no cognitivas (como la motivación, el relacionamiento con los demás, la resolución de problemas, empatía, entre otras). Es decir, para planificar una intervención pedagógica se deben contar con información sobre diversas habilidades de los estudiantes que van desde lo cognitivo a lo socioemocional, aspectos que no siempre tienen lugar en la evaluación de los aprendizajes.

En lo que respecta a las políticas educativas en torno a la evaluación por parte de la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública), desde el Plan Nacional de Educación 2010-2030, se propone, que:

La evaluación de los estudiantes, por su parte -condicionadora de todo el currículo-, debe acompañar los procesos de enseñanza y de aprendizaje para mejorarlos y no constituirse en fotografías de cortes de ese proceso o confundirse con una certificación final. Será necesario además la construcción / adecuación creativa de dispositivos de evaluación acordes con la valoración de las evidencias de aprendizaje propias de un conocimiento valioso, resignificado en términos de los nuevos requerimientos formativos (ANEP, 2010, p. 104).

Estos supuestos nos interpelan y evidencian el desafío de pensar la evaluación educativa más allá de los rituales propios de lo escolar, para poder pensar desplazamientos de la práctica cotidiana evaluativa a otros entornos. Desde lo que respecta al CEIP (Consejo de Educación Inicial y Primaria), desde el año 2014 se vienen generando revisiones a nivel curricular, presentándose en 2016 el Documento Base de Análisis Curricular. Acompañando este proceso se han generado múltiples materiales didácticos para cristalizar las revisiones curriculares, como pueden ser los cuadernos de lectura y escritura y matemática (CLE) elaborados recientemente y las evaluaciones formativas en línea (aspecto que desarrollaremos más adelante).

En tanto, “los documentos curriculares y las evaluaciones formativas conforman una suerte de carta de navegación con la que cuentan los docentes a la hora de pensar las trayectorias de los estudiantes” (ANEP, 2019, p.33). Desde el CEIP, Recientemente, ante la situación de emergencia sanitaria, la Inspección Técnica difundió una circular muy interesante titulada “Entremedios: construir cercanías en la distancia” (2020), desde la cual se interpela en el contexto de la epidemia el lugar de los vínculos educativos. Desde el documento se establece, con total certeza:

No es cuestión de transferir toda la responsabilidad educativa a la familia ni pretender que la tecnología per se cumpla el rol de enseñante. Es tiempo de generar una nueva “instalación” educativa que exige de cada docente habitar otras formas y otros modos, siempre con la misma pasión para transformar el saber en conocimiento (Inspección Técnica, 2020, p. 2).

Asumiendo estos supuestos, a continuación invitamos al lector a hacer un breve recorrido sobre el lugar de la educación a distancia y los antecedentes generados en la evaluación en línea en nuestro país y la presentación de una propuesta virtual de evaluación diagnóstica.

2. Educación a distancia:

En relación a la educación a distancia, pensamos que la coyuntura actual constituye una oportunidad y una necesidad para continuar con los procesos de enseñanza y aprendizaje. No obstante, no siempre es un camino fácil tanto para educadores como para educandos. Ello resulta más complejo si pensamos en los primeros niveles con niños pequeños que necesariamente requieren de un apoyo y presencia de un adulto referente. Para este caso, el lugar de la familia es sumamente importante y en la educación a distancia destinada al primer nivel escolar, la familia ha de ser una guía y una aliada que acompañe las propuestas pedagógicas del docente, destinando tiempo, confianza e información sobre el desarrollo de las actividades realizadas en el hogar.

La enseñanza a distancia la entendemos como “la que se realiza fuera de los recintos escolares, a partir de recursos como la internet, páginas web, foros de discusión, chat, correo electrónico y también videoconferencia, audio, video; aunque puede incluir algunas actividades presenciales “ (Quesada, 2006, p.2-3). En este sentido, es importante que en este análisis pongamos el foco en el papel que la tecnología está jugando como mediadora de los procesos de enseñanza y aprendizaje, entendiendo que se deslocalizan los procesos y comienza a tomar un rol protagónico la familia, sobre todo en el nivel inicial y primer ciclo. El progreso de las herramientas y sistemas de comunicación telemáticos en la actualidad son mucho más potentes y versátiles que cualquier otra tecnología que se haya usado en la historia de la educación a distancia.

En esta línea entendemos que cualquier tecnología de información y comunicación se constituye en una mediación planificada por un docente al servicio de los objetivos que se van definiendo en cada momento. En el caso específico de la evaluación a distancia, podemos identificar algunas particularidades a considerar, sin desmedro de haber reconocido que en el marco de la coyuntura actual, por COVID-19, la transición de la evaluación presencial a la de evaluación a distancia se ha dado de forma forzada y sin una preparación previa para llevarla adelante.

Es interesante precisar que la amplia bibliografía que aborda la concepción de evaluación a distancia se enfoca en públicos adultos y autónomos que toman cursos generalmente a través de plataformas virtuales. En este sentido la evaluación a distancia, al igual que la presencial, es parte esencial del proceso de enseñanza y aprendizaje, “ya que se trata de un seguimiento en el proceso de enseñanza que nos permite obtener información sobre el aprendizaje, con el fin de reajustar la intervención educativa y optimizarla” (Rodríguez, 2014, p. 85). En esta línea, Rodríguez (2014) citando a Clark (2000) plantea que la evaluación a distancia está planteada como un problema aún no resuelto, entre otras cuestiones por lo que se hace necesario el fortalecimiento de estrategias de evaluación para este contexto particular.

Si nos enfocamos en pensar la evaluación a distancia en el marco de los primeros años de la escolaridad la complejidad es aún mayor, entre otras cuestiones por la falta de autonomía del estudiante. Es en el marco de esta complejidad que proponemos algunas estrategias para seguir pensando en el fortalecimiento pedagógico y didáctico de la evaluación diagnóstica a distancia para el primer año de educación escolar. Algunas de estas estrategias refieren a:

  • La planificación de las consignas. Una consigna es “una instrucción que plantea el docente y ésta requiere de una lectura atenta y detenida por parte de los alumnos que atendiendo a lo solicitado tiene que planificar su respuesta para cumplir satisfactoriamente con una buena respuesta escrita u oral” (Zabert,2010). Entonces, si entendemos a las consignas como textos instruccionales debemos de tener presente el paso a paso; tal como otros textos instruccionales, como una receta o las reglas de un juego, debemos explicitar cada paso con la mayor claridad posible. Es en esta línea que planteamos que las consignas deben de ser claras y precisas, así como hacer foco en un sólo concepto por vez.
  • Sobre el análisis de los resultados de la resolución de consignas. Es importante que la planificación de la evaluación diagnóstica incluya, los objetivos, conceptos a evaluar, consignas para cada concepto y la forma en que se analizarán las respuestas de los alumnos. Para ello se recomienda establecer de antemano los distintos niveles de aproximación al concepto a evaluar, los cuales se pueden traducir en indicadores que orientarán dicho análisis.

  • Sobre la información de contexto. Se sugiere como una buena práctica de evaluación a distancia establecer de antemano una breve encuesta que permita recoger también datos del contexto, a modo de información brindada por el referente familiar, ya que son datos que nos permitirán analizar de forma más precisa los resultados de la resolución de la consigna planteada. Al no estar presentes para observar al alumno mientras realiza la tarea planteada se hace necesario que el adulto responsable pueda colaborar con algunos datos fundamentales como la disposición que tenía el niño para realizar la tarea, el grado de motivación así como datos que den cuenta de los procesos empleados por el alumno para su resolución (deletreo, conteo con dedos, escrituras de apoyo, entre otras).

  • Sobre la alianza familia-docente. Es importante mantener claros los canales de comunicación que se usarán y cuáles serán las reglas básicas de funcionamiento: horarios, tiempo para dar respuesta, temas de intercambio, algunas normas de netiqueta, entre otras. En los primeros niveles el éxito de los procesos de enseñanza y aprendizaje dependen en gran medida de la alianza que se pueda establecer entre familias y docentes.

Estas estrategias han de apoyarse bajo ciertos supuestos, entre ellos destacamos: renunciar al control, aplicación en el mundo real y uso de evidencias de aprendizaje (Mc Vay, 2002). El primero de estos supuestos implica que el “control” de lo evaluado esté en manos del estudiante y en el caso de los niños pequeños, a cargo de la familia y el niño. La aplicación en el mundo real, refiere a que el niño desarrolla las consignas en su ambiente, en su entorno cotidiano y familiar, facilitando la “cognición situada” (Dorrego, 2006, p. 9). En cuanto a las evidencias o memorias de aprendizaje, tienen que ver con la posibilidad de autorreflexión por parte del estudiante de su proceso de aprendizaje, que podrá materializarse o no en un producto o tarea de entrega a su docente.

Las rúbricas como aliadas en la educación a distancia:

Una de las estrategias que podemos considerar para la evaluación a distancia es el uso de rúbricas de evaluación, que consisten en una matriz de evaluación que se realiza en “una tabla de doble entrada donde se describe la escala de logro con sus correspondientes indicadores, generalmente relacionados con objetivos de aprendizaje, que se utilizan para evaluar un grado de dominio , de un desempeño o una tarea” (Valle, J. s.f). Un ejemplo de matriz puede ser el siguiente:

Las rúbricas se pueden considerar aliadas en el sentido de que proporcionan gran claridad a los procesos de evaluación, los descriptores por niveles ayudan tanto a los procesos de enseñanza como a los de aprendizaje, si a partir de los mismos se pretende realizar una re-planificación así como una devolución a estudiantes y familias. En la página http://rubistar.4teachers.org/ se encuentran muchos ejemplos de rúbricas realizadas por docentes para distintos niveles de educación.

En relación a la evaluación en un contexto de educación a distancia resulta pertinente aludir al Sistema de Evaluación de Aprendizajes (SEA), elaborada por el Departamento de Evaluación de la División Investigación, Evaluación y Estadística (DIEE) de la Dirección Sectorial de Planificación Educativa de la ANEP. Las pruebas aplicadas en este marco se desarrollan mediante dispositivos tecnológicos con internet. Las consignas de cada una de las propuestas es elaborada educadores y personal de DIEE y se aplican a nivel nacional en línea. Las mismas, además de constituir un recurso para la evaluación llevada adelante por parte de los educadores permite generar un banco de datos sobre aprendizajes a nivel, país y en el momento. Este sistema de evaluación en línea, se ha diseñado para ser aplicadas en educación primaria y media de Uruguay en diversas áreas como ser la de lengua, matemáticas e inglés.

Específicamente en el área de lengua se encuentra la evaluación en línea LEO dirigida a los estudiantes de segundo año de primaria, que evalúa 5 habilidades vinculadas a la lectura, oralidad y escritura. La misma se aplicó por primera vez en 2018 y se continúa aplicando, pero en el contexto actual implica un desafío en la medida en que ha sido diseñada para ser aplicada presencialmente mediante una entrevista del educador con cada uno de los educandos. Ello constituye un desafío a ser re planificado en tiempos de educación a distancia. En este sentido es que en el presente artículo se esboza un intento por habitar la posibilidad de desarrollar esta evaluación mediante la virtualidad.

Fuente: elaboración propia.
Fuente: elaboración propia.

3. Propuesta de evaluación diagnóstica a distancia para primer año:

A continuación se presenta una propuesta de evaluación diagnóstica a distancia para primer año en el área de lengua (Oralidad, Lectura y Escritura) y en habilidades no cognitivas. Tanto para esta propuesta como para cualquier otra que se realice a distancia, especialmente en los primeros niveles educativos, el lugar de la familia, su participación y confianza de parte del docente será fundamental para el logro de nuestros objetivos.

Oralidad

Aspecto a evaluarConsigna para el niño y su familia.
Evidencia de aprendizaje a enviar al docente
Información brindada por el referente familiarInterpretación de las evidencias de aprendizaje por parte del docente. Se sugieren algunos indicadores a tener en cuenta
Narración-Pedirle al niño que elija uno de sus juguetes preferidos. Pedirle al niño que cuente todo lo que sabe sobre ese juguete.

-Preguntarle al niño: ¿si ese juguete fuese el personaje de un cuento, cómo se llamaría el cuento?, ¿qué le pasaría al personaje en esa historia?

Evidencia: filmar el desarrollo de la actividad y enviar el video al docente o subirlo a la plataforma digital que se disponga.
Marque las afirmaciones que considere respecto al desempeño del niño durante la actividad:

-No estaba dispuesto a hacer la actividad.

-La realizó con dificultad.

-Disfrutó de hacer la actividad.

-Disfrutó de hacer la actividad y no presentó dificultades.

-Por lo general no le gusta contar historias.

-Suele disfrutar de contar historias.
-Da inicio a una narración.

-Narra con progresión temática.

-Coherencia.

-Vocabulario.

-Creatividad.

Lectura

Aspecto a evaluarConsigna para el niño y su familia.
Evidencia de aprendizaje a enviar al docente
Información brindada por el referente familiarInterpretación de las evidencias de aprendizaje por parte del docente. Se sugieren algunos indicadores a tener en cuenta
Mostrarle al niño la tapa de un libro (se sugiere la siguiente).

zoo

Preguntarle al niño: ¿qué información encuentras en la tapa?, ¡qué imágenes aparecen?, ¿puedes reconocer alguna letra de las que allí aparecen?, ¿puedes leer alguna de las palabras que allí aparecen?

Evidencia: se sugiere filmar o grabar un audio de la actividad y enviarla al docente o subirlo a la plataforma que se disponga.
Marque las afirmaciones que considere respecto al desempeño del niño durante la actividad:

-No estaba dispuesto a hacer la actividad.

-La realizó con dificultad.

-Disfrutó de hacer la actividad.

-Reconoció las imágenes que aparecen y las nombra.

-Reconoció al menos una letra y la nombró.

-Reconoció más de tres letras y las nombró.

-Leyó al menos una palabra.
-Lectura icónica.

-Reconoce y nombra letras.

-Lectura alfabética.

Escritura

Aspecto a evaluarConsigna para el niño y su familia.
Evidencia de aprendizaje a enviar al docente
Información brindada por el referente familiarInterpretación de las evidencias de aprendizaje por parte del docente. Se sugieren algunos indicadores a tener en cuenta
Niveles de escrituraPedirle al niño que elija a un integrante de su familia, que lo dibuje y escriba sobre él: quién es, cómo se llama, cómo es, qué le gusta hacer, etc.

Evidencia: Sacar una foto de la producción del niño y enviarla al docente o subirla a la plataforma.
Marque las afirmaciones que considere respecto al desempeño del niño durante la actividad:

-No estaba dispuesto a hacer la actividad.

-La realizó con dificultad.

-Disfrutó de hacer la actividad.

-Dibujó al personaje.

-Escribió su nombre como pudo.

-Usó letras convencionales.

-Usó otros símbolos para escribir
Niveles:

-presilábico.

-silábico.

-silábico-alfabético.

-alfabético.

Habilidades no cognitivas

Aspecto a evaluarConsigna para el niño y su familia.
Evidencia de aprendizaje a enviar al docente
Información brindada por el referente familiarInterpretación de las evidencias de aprendizaje por parte del docente. Se sugieren algunos indicadores a tener en cuenta
Disposición para el aprendizaje.

Relacionamiento con los demás.

Conductas internalizantes y externalizantes.
Al culminar el día se les propone al niño y un referente de su familia completar el siguiente cuestionario.

Evidencia: enviar una foto del cuestionario al docente o subirlo a la plataforma que se disponga.

cuestionario
Agregue un SÍ o un NO en cada una de las afirmaciones

-Le gusta ayudar a los demás.

-Comparte sus juguetes.

-Participa de las tareas del hogar.

-Es tímido.

-Reconoce y expresa sus emociones.

-Suele insultar y gritar.

-Le gusta hacer actividades que impliquen un desafío.

-Necesita que lo estimulen para hacer las tareas.

-Es creativo.
Se sugiere ver el reporte generado durante nivel 5 en la evaluación INDI en las dimensiones socioemocional y de disposición para el aprendizaje.

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Referencias:

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