Manifiesto para una educación escolar a distancia en tiempos de un movimiento pedagógico de emergencia

Manifiesto para una educación escolar a distancia en tiempos de un movimiento pedagógico de emergencia
Foto: Burst

Por Noelia Campos, Evangelina Méndez y Tania Presa

La pandemia y la cuarentena revelan que hay alternativas posibles, que las sociedades se adaptan a nuevas formas de vida cuando es necesario y se trata del bien común. Esta situación es propicia para pensar en alternativas a las formas de vivir, producir, consumir y convivir en los primeros años del siglo XXI. En ausencia de tales alternativas, no será posible prevenir la irrupción de nuevas pandemias (…)
De Sousa Santos, Boaventura, 2020, p.79.

El contexto educativo actual nos ha presentado un escenario sin precedentes que ha significado una adaptación tremendamente rápida de toda la sociedad a nuevas realidades, y por supuesto que el sistema educativo no ha quedado exento de tal adaptación.

Aunque hemos sido empujados, forzados a los entornos virtuales, los procesos de enseñanza y aprendizaje y por lo tanto, las prácticas pedagógicas que acontecen, se fortalecen desde una determinada episteme que dado el contexto actual de excepción al que nos vemos enfrentados, aquella pedagogía que nos serviría para adherir desde nuestras prácticas, aparece como difusa, no cristaliza lo que estamos haciendo, no termina de consolidarse, de afianzarse. Se trata de una pedagogía intermitente en pleno proceso de construcción. Esta pedagogía viene emergiendo a través de una especie de movimiento que se convoca a través de redes sociales, desde donde diferentes actores, sujetos, profesionales, de forma solidaria y cooperativa vierten contenidos, liberan recursos, abren conversatorios virtuales, realizan conferencias sobre temas actuales y así se propaga, como una ola infinita los primeros pilares de un constructo incipiente, aunque dotado de emergencia, también de análisis y reflexión conjunta.

No se trata ni de educación presencial ni de una educación virtual, estamos  frente a un contexto que tiene sustanciales diferencias entre ambas y esto es lo que ha posibilitado el surgimiento de nuevas dinámicas, nuevas formas de estar, nuevas estrategias y propuestas que se van constituyendo como prácticas alternativas en un contexto sanitario que complejiza aún más la situación.

En esta línea hay supuestos de educación virtual que no son compatibles con la teleducación actual, en general la educación virtual ha estado pensada para públicos adultos con mayores niveles de autonomía. El diseño de un entorno virtual de aprendizaje requiere de conocimientos específicos de la pedagogía virtual ya que no consiste en traspasar prácticas presenciales a prácticas virtuales. Esto nos lleva a anunciar que el intentar desplazar lo escolar a lo virtual nos deja desamparados y desprovistos de aquellas herramientas propias de la virtualidad y a la vez imposibilitados de hacer “virtual” lo presencial. Entonces, este desplazamiento propone pensar la diferencia de contenidos a ser transmitidos en este contexto de excepción: que no tiene lugar para la escolarización. La masificación de la teleeducación en tiempo récord y de forma forzada ha posibilitado el desarrollo de pedagogías alternativas en un híbrido entre lo presencial y lo virtual.

En este contexto, proponemos y sumamos a este movimiento una especie de manifiesto, de principios, de ideas para continuar pensando la educación a distancia en general y la educación escolar a distancia en particular. No se trata de un recetario o ideas acabadas, por el contrario son supuestos en continuo devenir, intermitentes, pensados desde la experiencia en entornos virtuales, de la escucha atenta a familias y docentes, he ahí un conjunto de ideas a difundir con el propósito de seguir construyendo entre todos. Estos supuestos han cobrado la forma del siguiente manifiesto:

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