Sujeto electoral: hacia una política en comunidad

Sujeto electoral: hacia una política en comunidad
Foto: Radio Tabaré 740 AM

Por Mayte García y Eduardo Velázquez

Platón describe a la política como la “ciencia regia” (Alva, 2006), ya que, en tanto ciencia, es superior a las demás debido a que está vinculada directamente con el gobierno y las decisiones colectivas. Al referirnos a decisiones colectivas, hacemos alusión, en última instancia, a la persona que expresa una posición.

El optar por una o varias alternativas no es un acto exclusivo del ser humano, los animales inferiores también son capaces de llevarlas a cabo, aunque en ambos casos, el problema subyacente no deja de ser similar: adecuarse al medio; el ser humano, en su vorágine evolutiva, lo ha hecho más complejo. Dicha complejidad deviene en que los electores poseen características sociales, políticas, culturales y económicas diferentes, por lo cual, el proceso, o conducta electiva, es producto de condiciones y circunstancias diversas que atraviesan al sujeto (García-Leal, 2009).

El voto, como una de las diversas maneras de expresar nuestra decisión, no deja de ser un acto cargado de contenidos culturales, hábitos, las condiciones sociales en las cuales nos encontramos inmersos, preferencias y filiaciones de toda índole; transporta ideologías, consume pasado y proyecta futuro, siendo la base fundamental de nuestro sistema democrático.

Es así, que a la hora de elegir, desde un candidato presidencial hasta una elección vocacional, laboral, deportiva, entre otras, se ponen en juego estas condiciones inherentes al sujeto, llevando adelante los mismos procesos, indistintamente de la decisión en sí misma.

Si bien, las decisiones o elecciones que tomamos están cargadas de todo nuestro bagaje histórico, no deja de ser de índole individual, más aún si la observamos desde ópticas tales como el principio de maximización (García-Leal, 2009), donde el proceso de decisión se encuentra influenciado por aquello que nos produce una ganancia mayor, o una satisfacción inmediata. Las decisiones que efectuamos –o que sufrimos- no dejan de interpelarnos como sujetos deseantes en busca de aquello que nos satisface, consciente o inconscientemente.

La primacía de la individualidad, o lo que Lacan llamaba la “caída del Otro” (Lacan, 2007), no deja de ser la imagen especular de la realidad que nos contiene; vivimos en un momento histórico-cultural marcado por la competencia, el desinterés, la caída de las ideologías, de los principios, la política y las autoridades, regido por la búsqueda de la satisfacción inmediata, así como la libertad absoluta de la voluntad y del goce.

Podemos decir que el individuo, dentro del proceso electoral, se encuentra doblemente inscripto, por un lado en el lugar que ocupa dentro de la masa, y por otro, aquello que percibe –y práctica- como acto individual, lo cual termina de moldear su decisión. Asimismo, existe una tensión entre la participación activa y pasiva del individuo dentro del proceso, por lo que muchas veces, no se posee consciencia de la misma, entendiéndose por azar, destino o casualidad, acontecimientos que suceden cotidianamente y son, de hecho, producto de nuestra elecciones.

De la misma manera, existe un descentramiento desde la voluntad popular a la voluntad individual, dónde nuestras necesidades personales se superponen sobre las necesidades del contexto social en el cual habitamos; las rupturas o revoluciones sociales que vivenciamos en la actualidad no dejan de nacer como la contracara de ello.

La política es vivenciada como un objeto de consumo, el cual es factible de ser adquirido y desechado, ofrecido a través de los medios de comunicación, y por el cual intentamos obtener grandes ganancias, o en el caso más extremo, la menor de las pérdidas.

Existimos en una época donde el sujeto crítico ha tendido a desaparecer, dando lugar a aquel gobernado por la voluntad del goce, ajeno a lo que Castoriadis (Fernández, 1999) hacía referencia acerca de “el hombre debe pensar lo que hace y saber lo que piensa”; nos vemos deslindados del “deber ser” que debería interpelarnos como individuos en sociedad, dejándonos a la deriva en un contexto en donde no somos responsables de nada, ajenos a lo que ocurre, pero posicionándonos como víctimas sin hacernos cargo de nuestras responsabilidades.

Cabe destacar que el profundizar en la política no refiere específicamente a la política partidaria, sino indagar en aquellos procesos subyacentes históricos, sociales y culturales que han devenido en la democracia actual. Así como cualquier otra ciencia, la política se construye y modifica sobre aquellos principios básicos que la instituyen como tal, de los cuales es pertinente estar en conocimiento.

La participación política individual debería estimular al estudio y comprensión de los procesos que la atraviesan, brindándonos una mayor apertura a la hora de tomar decisiones, y donde las mismas sean más realistas y ajustables al momento en que vivimos. Comprendiendo los intereses y la voluntad de la comunidad, es como podemos arribar a resoluciones más apropiadas en materia política, social, de resolución de conflictos, entre otras (Alva, 2006).

Problematizar y construir una imagen integral de la situación nos permitirá tomar una mejor posición al respecto, donde podamos comprender que todas nuestras decisiones, conscientes o inconscientes, activas o pasivas, necesitan de compromiso y responsabilidad.

En el instante en que comenzamos a hacernos cargo de nuestras elecciones, nos permitimos vivenciar los procesos de decisión de manera saludable, alejados de la posición de espectador/consumidor que la realidad nos impone; pudiendo transitar los diferentes desenlaces de forma positiva, favoreciendo el aprendizaje y la readaptación.

El ejercicio individual de la política nos compromete como personas en sociedad, nos demanda una participación crítica, responsable y comprometida, nos invita a co-construir en comunidad, a generar políticas solidarias, contemplando la diversidad y equidad en todos los aspectos vitales.

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Bibliografía:

Mayte García Zícari
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2 Comments - Write a Comment

  1. Muy buen articulo. Aclara una situacion que se da hoy dia. Se vota no de una reflexion, sino desde una emocion.

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  2. muy buen articulo.
    al igual que de la matemática, la biología o la física (entre otras disciplinas) se nos impulsa a alejarnos de la política, la entendemos como algo aburrido, sin sentido o como cosas de viejos. Se nos oculta el verdadero sentido de las cosas, que es la autonomía y la igualdad, la evolución de una sociedad debe pasar por las ciencias, entre ellas la política.
    !!!a seguir desnaturalizando para cambiar el mundo!!!!!!

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