Conoce las emociones positivas y sus beneficios

Conoce las emociones positivas y sus beneficios
Foto: Andrejs Pidjass

Por Mariana Alvez Guerra

Barbara Fredrickson, Profesora de Psicología y directora del laboratorio de emociones positivas y psicofisiología en la Universidad de Carolina del Norte, consideró que en el ámbito de la Psicología Positiva era necesario hacer un lugar a las emociones positivas. Por más de 20 años se ha dedicado a la investigación en esta área aportando interesantes descubrimientos.

Las emociones positivas constituyen uno de los pilares del bienestar, son importantes tanto para la antigua como la nueva perspectiva de la psicología positiva. Estas emociones nos brindan alegría, significado, novedad, nuevas conductas e incluso tienen el poder de transformarnos.

¿Qué son las emociones positivas?

Pueden ser definidas como pequeños momentos de bienestar que mueren y renacen, generan efectos a largo plazo en lo que concierne a la resiliencia y las relaciones positivas. Estas emociones amplían nuestra perspectiva, nos ayudan a sentirnos conectados de una manera más profunda con nuestro entorno, es por eso que es importante que busquemos maneras de generar cada día más emociones positivas, ya que colaboran a contrarrestar el sabor amargo que pueden dejarnos las demás emociones más “negativas”.

Fredrickson nos dice que las emociones positivas se sienten y funcionan de manera distinta al resto de las emociones, ya que nos hacen sentir seguros y expanden nuestras opciones, ideas y nuestra manera de reaccionar. Nos brindan el beneficio de disfrutarlas en el ahora más el disfrutar de sus consecuencias a futuro. Aumentan nuestro repertorio cognitivo y comportamental. Entre los cambios a nivel cognitivo podemos apreciar que incrementan nuestra atención, mejoran nuestra memoria, nuestra fluidez verbal y nuestra apertura mental hacia nueva información.

Son creadoras de recursos personales y sociales, destacan aquellas cosas que están funcionando en nuestra vida y son congruentes con nuestros diversos objetivos.

Otros beneficios que podemos encontrar son los siguientes:

Las personas con problemas cardiovasculares se recuperan más rápido, en caso de ser algo crónico las emociones positivas han demostrado ser útiles para estas personas, colaborando a generar una mejor calidad de vida.

  • Menor presión arterial
  • Mejor calidad de sueño
  • Menos resfriados y dolores de cabeza
  • Sensación de felicidad
  • Mejoran la creatividad
  • Mejoran nuestro sentido del humor
  • Nos ayuda a conectarnos mejor con el presente y disfrutarlo

 

 

Entre algunas de las emociones positivas podemos encontrar:

Admiración: se despierta ante aquellas personas que poseen una capacidad y un talento que nos puede servir de inspiración, de modelo a seguir. Intentemos aprender de esa persona y no pensemos por qué él o ella tienen esa capacidad que yo no, todos podemos desarrollar lo que necesitamos para llegar a lo que queremos.

Alegría: si sentimos alegría es porque logramos lo que queríamos, es sinónimo de satisfacción personal. En los momentos de alegría es cuando nos sentimos más seguros y abiertos a nuevas experiencias y oportunidades. Situaciones para estar alegres pueden ser muchas, como el compartir una cena con amigos, enterarse de una buena noticia, que reconozcan nuestra labor.

Orgullo: a diferencia de la creencia popular el orgullo no es algo malo, no lo confundamos con la soberbia. Los logros implican sacrificio de nuestra parte, como por ejemplo sacrificio de tiempo, inversión de paciencia, superar obstáculos diversos.

Gratitud: estar agradecidos por los grandes, pequeños y medianos detalles de nuestra rutina nos coloca en un estado de ánimo alegre y pleno. Solemos ser tan poco concientes de todas las cosas buenas que ya tenemos. La gratitud también tiene que ver con ser agradecidos con los demás, con aquellas personas que nos han demostrado su amor o su interés en diversos momentos y esta gratitud tiene el poder de profundizar relaciones.

El perdón: tan importante como tener la capacidad de perdonar a los demás, es la capacidad para perdonarse a uno mismo. El perdón es necesario porque nos libera de una carga negativa, si siempre estamos acarreando un odio profundo no vamos a poder salir adelante, se nos convierte en una carga pesada.

Humor: generar buen humor o estar involucrado en actividades que nos generan risa nos ayuda a ver la vida más despreocupada, donde se puede apreciar el lado bueno de las adversidades, donde nosotros hacemos felices a los demás y nos divertimos. Es como que tenemos que aprender a seguir jugando, a veces nos tomamos las cosas demasiado en serio y la vida también tiene que ser vivida desde el lado más divertido.

El saboreo: tiene que ver con disfrutar a pleno cada experiencia y cada recuerdo.

El amor: desde el punto de vista corporal el amor es una emoción, un proceso que involucra a la mente y el cuerpo de manera dinámica, es una oleada biológica donde el cariño mutuo y el sentirse bien nos envuelve. Por unos meros micro momentos nos conectamos con el otro mediante la misma emoción compartida y mientras más alcancemos estos momentos, mejor nos sentimos, nos convertimos en seres más saludables, más felices e incluso hasta más sabios, de acuerdo a Fredrickson.

Cuando amamos aparece el fenómeno de resonancia positiva, al conectar con alguien profundamente aparece una sincronía entre ambos donde los gestos y la bioquímica comienzan a imitarse. Esta resonancia fortalece la conexión entre nuestro corazón y cerebro y nos hace cada día más saludables. Las investigaciones a lo largo del tiempo nos han demostrado que aquellas personas que están más conectadas socialmente viven más felices y más sanas.

Esperanza: la esperanza tiene que ver con la percepción de que vamos a lograr lo que queremos, sea lo que sea. Existen en esta emoción pensamientos orientados a la concreción de metas, los que nos brindan orientación y nos acercan un paso más allá del simplemente desear algo, pensamos cómo podemos acercarnos a esa meta. Y para poder acercarnos a nuestras metas, tenemos que generar caminos hacia ellas, cuál sería la mejor idea para llevar a cabo, qué planes se nos ocurren, qué posibilidades hay. Lo más lindo de la esperanza es que es una creencia absoluta de que podemos generar y mantener los caminos necesarios para cumplir con nuestros objetivos.

El Optimismo: recomiendo ampliamente que pongamos en juego estas emociones positivas, necesitamos tres positivas para contrarrestar los efectos de las “negativas”. Ser optimista y feliz cuesta mucho más trabajo que ser pesimista, pero las recompensas emocionales son mucho mejores cuando aprendemos a ver la vida desde una perspectiva más saludable.

Mariana Alvez Guerra
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