«Perdón por no cuidarlas»: feminicido de las mendocinas

"Perdón por no cuidarlas": feminicido de las mendocinas
Foto: Tookapic

Por Mayte García Zícari

Estoy enojada. Cada vez que estas cosas “pasan” me enoja. Cada vez que muere una mujer a causa de la voluntad estúpida de otra persona me enoja.

Me angustia no poder sentir lo mismo cuando le pasa a un hombre, pero la muerte de una mujer me toca de cerca, quizás por empatía, por hermandad o quizás por rabia. Rabia de que la vida es arrebatada por otro, otro que casualidad es hombre y que se siente poderoso, que tiene pene y por eso cree dominar el mundo, que puede hacer lo que quiera con ellas, con nosotras.

Estoy enojada porque iban solas, como vamos siempre, y eso se entiende como descuido, como impulsivo, como exposición. Estoy enojada porque confiaron, que es lo más lindo de esta vida, mirarnos en espejos en los ojos de los demás. Estoy enojada porque encontraron ojos que no pudieron devolverles esa mirada, que alimentaron tanto su ego que llego a pudrirles la cabeza, el corazón.

Estoy enojada por la justificación de la violencia, que de por si es violencia, por la búsqueda de razones que justifiquen su muerte.

 

Estoy enojada por ser parte de un círculo que festeja y reproduce patrones de violencia contra la mujer, contra nosotras. Estoy enojada por alentar letras de canciones que nos denigran y son totalmente misóginas. Estoy enojada por dar “me gusta”, un gesto de aprobación a mensajes sexistas y heteronormativos. Estoy enojada por pensar que todo esto nada tiene que ver con sus muerte.

Estoy enojada, y como una vez me dijo una mujer a quien quiero mucho, el enojo es el hermano mayor del dolor; viene para que este último no se vea.

Estoy enojada y por eso estoy dolida, me duele haberlas perdido, mucho más en esta lucha diaria que muchos hombres y mujeres hemos emprendido hacia la igualdad de derechos.

Estoy con un dolor inmenso en el pecho por lo que sufrieron, por todas las lágrimas derramadas por ustedes, por todas nosotras que quedamos con su sangre en nuestras manos.

Estoy dolida por todos los varones que hoy miran para abajo, haciéndose cargo de los actos cobardes y machistas de un par. Estoy dolida por la raza, la raza humana, que quedó descolocada mirándonos sin saber que hacer o para donde ir.

Así estoy… enojada y dolida, angustiada, llena de ira, empoderada, con valentía y la mirada al frente. Orgullosa de leer todos aquellos artículos, notas y opiniones en donde se expresa el dolor y la indignación, saber que no estoy sola, un montón de hermanas me acompañan. Que esto sigue, la lucha y el cuidado continúan y soy parte de ella. Soy parte de querer un mundo mejor, del colectivo que quiere una nueva mirada, una mirada con amor y desde el amor.

Perdón por no haber podido cuidarlas, eso es lo que más me duele… #NiUnaMenos

Mayte García Zícari
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