Por Lucila Gambino
Cada vez se ven más adolecentes con cabelleras de colores que la naturaleza no ofrece, con superpoblación de aros en sus cuerpos y dibujos pasados a la piel. ¿Qué batalla están peleando que precisan de tantos disfraces? ¿Qué hay debajo de todo aquello que visten?
Para Doltó la adolescencia es una fase de mutación, que reproduce la fragilidad de un bebé que nace, indicando que “A esa edad; todos los juicios surten efecto, incluyendo aquellos que expresan gentes de poco fiar, por ejemplo, personas celosas o resentidas con los padres. El niño no tiene en cuenta las cosas, no hace más que oír que hablan mal de él, y se lo toma al pie de la letra. Y se trata de algo que puede comprometer, de por vida, sus relaciones con la sociedad. El papel de las personas ajenas a la familia y que conocen al adolescente, que tienen una relación con él por causa de la escuela, o por causa de la vida social, es muy importante durante algunos meses. Pero desgraciadamente, la gente no sabe cuál es el período sensible para dicho joven” (Doltó, 1990, p.13)
Esta debilidad en la adolescencia la denomina inopia, y el autor la compara con la fragilidad que presentan las langostas en el momento de segregar su nueva concha, en ese tiempo durante el cual se genera la misma, las heridas que se generen, quedan como marcas que no se borran. Es por esto que las personas secundarias juegan un papel muy importante.
Mutación y debilidad, inopia y fragilidad, cambios y más cambios. Y la palabra mediando. ¿Cuál es nuestro papel en todo esto? ¿Estamos ayudando a generar heridas o a curarlas?
Para Nasio, la adolescencia es un pasaje obligado, el cual es delicado, atormentado y también creativo. Sobre el fin de la adolescencia en “El estadio del espejo en el niño y el adolescente” Nasio indica “La dependencia es un hecho, y la independencia una aspiración, un deseo, un ideal. La dependencia es una realidad que él rechaza, niega y combate. Y allí muchos adolescentes olvidan que el otro del cual uno depende es fundamental para poder crecer. Pienso que es al final de la adolescencia en donde aprendemos el valor de la dependencia. Diría que un adolescente termina su adolescencia cuando entendió que la dependencia es una necesidad y que toda su vida anudará una relación de dependencia al otro, puesto que el otro forma parte de nuestro mundo y de nuestro ser.” (Nasio, 2012, p.7)
El fin de la adolescencia, como el intento de librarse de los monstruos que lo atan al pasado infantil, que todavía lo tienen un poco sujetado para llegar al otro. Monstruos que también pueden representar todo lo que el adolescente incorpora en el des-orden que se genera en dicho momento, lo que se debe reordenar y reorganizar para llegar a una neo-organización, inscribir, incorporar y metabolizar. Es decir, el trabajo de lo puberal-adolescente respecto a los campos de lo intrasubjetivo, lo intersubjetividad, y lo transgeneracional. En otras palabras, las transformaciones del cuerpo, las re significaciones de la historia personal, los duelos respecto a lo infantil, los nuevos vínculos y hallazgos por fuera de la familia.
¿No tiene sentido que estén un poco despeinados? ¿Qué el cambio externo refleje un cambio interno en este intento de incorporar todo lo nuevo? A veces olvidamos lo que son algunas etapas, o carecemos de conciencia sobre las mismas, pero en este trabajo el adolescente está saliendo de la seguridad que le ofrece lo infantil para llegar arribar a una dependencia.
Como una obra en construcción, la adolescencia es un proceso, necesita andamios firmes para constituirse, incorporar y metabolizar los materiales con lo que se construye, reorganizar todos sus obreros para un fin.
Tal vez la juventud no está perdida, está en proceso de construcción.
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Bibliografía:
- Doltó, F.: “La causa de los adolescentes”: cap 1: “El concepto de adolescencia. Puntos de referencia, puntos de ruptura.” Ed. Seix Barral 1990.
- Nasio, D.: “Cómo actuar con un adolescente difícil.” Pag. 57 a 65. Ed.Paidós.2011
- Entrevista realizada a J.D Nasio realizada por Adrián Grassi. “El estadio del espejo en el niño y en el adolescente” Revista Actualidad Psicológica. N° 411 de septiembre de 2012. Pag. 2-7
- Grassi, A.: “Adolescencia: reorganización y nuevos modelos de subjetividad”en “Entre niños, adolescentes y funciones parentales. Psicoanálisis e Interdisciplina.” Ed. Entreideas, 2010.
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Fuente: Gambino, L. (2015, octubre 31). Que les pasa a los adolescentes hoy en día. Recuperado a partir de http://www.elsigma.com/colaboraciones/que-les-pasa-a-los-adolescentes-hoy-en-dia/13019