Los jóvenes ¿pueden elegir su futuro por vocación?

Los jóvenes ¿pueden elegir su futuro por vocación?
Foto: kaboompics.com

Por Cristina Bozoglilanian

Uno de los problemas centrales del joven adolescente es su indefinición por el futuro.

Como todos sabemos, el adolescente, a partir de los quince años comienza una etapa en la cual “debe elegir” su futuro. Esta etapa se caracteriza por la exploración de los diferentes roles que tendría que cumplir eligiendo determinada carrera u oficio.

Todo esto implica un proceso complicado muchas veces para el joven, porque tiene que tener en cuenta sus gustos, sus necesidades y sus intereses, sin olvidarnos de las oportunidades que le brinda la realidad.

¿Por qué decimos que es un proceso complicado? ¿Qué implica para un adolescente elegir su futuro?

Para el adolescente el futuro es una carrera, una universidad, profesores, compañeros, ámbitos, etc. Implica también lo desconocido, lo nuevo, no es un futuro abstracto. El Futuro es también para él una” familia” y además significa incluirse en el sistema productivo de la sociedad en que vive.

Por lo tanto definir el futuro es decidir qué hacer, quién ser y quién no ser. Para esto debe conocerse a sí mismo y es aquí donde decimos que es un proceso complicado ya que la adolescencia se caracteriza por un período de constantes cambios físicos, psicológicos y sociales, un período de búsqueda de su identidad, de transición, en la cual se torna difícil una elección de esta naturaleza.

A todo esto se le suma un plano muy importante que es el familiar. La familia juega en este proceso un papel significativo, debido a que algunos jóvenes tienen miedo a elegir algo que les guste pero que no coincide con las expectativas que los padres han depositado en ellos. Otros jóvenes “deciden” seguir lo que uno de sus padres han estudiado, por tradición familiar, o a veces opuestos a ellos.

 

 

Una vez más comprobamos lo difícil que se hace esta elección ya que el adolescente se siente exigido por su mundo interno y su entorno familiar. Generalmente se siente confundido, sólo (propio de este período), con rabia frente a sus familiares.

Es muy común en una familia que los padres expresen oposición frente a los gustos personales de sus hijos, otras veces muestran indiferencia, diciéndoles. ”sólo lo que me importa es que hagas algo….”

Es ahí donde el joven se angustia, experimenta soledad, frente a la responsabilidad que implica saber elegir qué estudiar, qué hacer.

La vocación no es algo innato, sino que se va desarrollando en el plano de la acción, del conocimiento y de la convivencia.

Por esto hacemos hincapié en la actitud que debería adoptar la familia apoyando y continentando los diferentes momentos por los cuales atraviesa el joven en este difícil proceso.

A todas estas reflexiones le deberíamos sumar una más y no menos significativa que es la realidad social, en relación a la inserción laboral.

Muchos adolescentes se cuestionan y nos cuestionan a nosotros los adultos si tal o cual carrera les servirá desde el punto de vista económico.

Nosotros como adultos, como padres, como docentes, como profesionales de la salud, nos cuestionamos a la hora de orientarlos, pero sin duda poder elegir el futuro por vocación es algo muy importante que le va a permitir al joven desarrollarse como individuo capaz de sentirse realizado en el quehacer cotidiano, vinculado a la capacidad de sentir goce de lo que eligió ser y hacer.

En relación a esto último es importante recordar la definición de salud mental, según la OMS: «La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad».

Al principio de esta reflexión sobre los jóvenes y el futuro, nos referíamos a que a los 15 años comienza el proceso en que el adolescente “debe elegir una carrera, oficio, hoy en día se observa que este proceso de elección o decisión sobre qué hacer y quién ser se ha prolongado, ya que cada vez más jóvenes que han finalizado el bachillerato comienzan una carrera, luego otra, sin poder saber y decidir qué será lo que les gusta. A modo de reflexión nos podríamos preguntar: ¿tendrá que ver con programas que desmotivan a nuestros jóvenes, o que no colman las expectativas de lo que ellos esperaban recibir? O quizá en la actualidad existe un matiz distinto, hay muchas ofertas y en diferentes ámbitos; no solamente las grandes carreras tradicionales.

Muchos jóvenes optan por pasar un tiempo y comenzar carreras, cursos cortos, como una forma de ir pensando, explorando sus gustos, sus intereses.

A través de este análisis intentemos reflexionar acerca de lo difícil que se torna la elección del futuro en esta etapa de la vida, la adolescencia, quizá algo olvidado por nosotros los adultos…

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Bibliografía:

  • Rodolfo Bohoslavsky .Orientaciòn vocacional. La estrategia clínica.
  • Mercedes Garbarino.Hector Garbarino. La adolescencia.
    Internet: conceptos sobre salud mental.

Cristina Bozoglilanian
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