Hijos que dominan, padres dominados

Hijos que dominan, padres dominados
Foto: Unsplash

Por Alexandra Bilbao

Vivimos en una época de cambios continuos y rápidos, dónde las familias también han sufrido modificaciones y que se ven en los modos de vincularse.

Un reflejo son los hijos. Cada vez son más las consultas de orientación en las guarderías y jardines de infantes. Es muy frecuente escuchar “ya no sé qué hacer con ella, esta rebelde“ madre de Julieta (3 años); o «se niega a comer, le hacemos varias comidas y come cuando él quiere“ padres de Santiago (4 años ). Estas consultas han ido en aumento, hace 20 años atrás se daba solo en casos puntuales.

He aquí donde nos preguntamos ¿quién es el que domina la situación?. Hoy vemos como muchos padres se dejan dominar por sus hijos, y como dice Jaime Barylko: «hay un miedo a los hijos», pero ¿miedo a que?, y lo que se observa es miedo a que los hijos se enojen y que les retiren el cariño a sus padres.

También tienen miedo a que se frustren o se traumen porque lloran cuando se les dice que no, entonces quedan paralizados, no saben qué hacer.

Son chicos que crecen con padres inseguros, que aprenden a dominar la situación: si lloran bastantes en la entrada de la guardería tal vez consigan que se lo lleven de vuelta a sus hogares.

A medida que pasan los años cuesta más hacerles entender a los padres el proceso de adaptación, les cuesta las despedidas en la puerta del jardín, y luego consultan acerca de que ya no pueden con ellos, pero los niños son como son porque se los educa así.

Otra cosa que ocurre es que los chicos están ganando terreno en controlar el tiempo, a la hora de dormir, de comer, de bañarse, están sujetos a los programa de televisión, videos juegos y computadoras. Aquí también cuesta poner límites.

Cuando hacemos un sondeo en un jardín de infantes acerca de como duermen sus hijos, la mayoría contesta que lo hacen con la televisión prendida, pues si la apagan ellos se despiertan y la vuelven a encender.

Los cambios y avances tecnológicos han llevado a modificaciones a todo nivel. incluso en los procesos de construcción de subjetividad.

 

 

Se ha producido un cambio cultural donde la tecnología domina más a los chicos que sus propios padres y estos también están atrapados, o se dejan atrapar, en la misma red.

Los medios de comunicación masiva influyen, en parte, en el rol que cumple las instituciones educativas, y si vamos más allá, también en la ideología y en las normas de convivencia.

Los padres no deberían cansarse de poner límites, no deberían decir que con 3 o 4 años ya no pueden con ellos, los hijos necesitan de orden y límites cuando son pequeños, y más aún en la adolescencia.

Es ahora que hay que empezar a educar, unificar criterios entre la escuela y los padres. Hay que recordad que los niños aprenden más de sus familias y de las tecnología que tienen a su alcance, que de las instituciones educativas.

Hoy en día los padres dejan a los hijos en una posición donde ellos controlan la situación y los padres se sitúan en rol de víctima.

Lo primero que hay que tener es la capacidad de reconocer esta pasividad frente a los hijos.

Para comenzar un cambio como padres, sea en la infancia o en la adolescencia, es necesario hacerse esta pregunta: ¿qué clase de padre quiero ser? .

El ser un buen padre no quiere decir que tengo que hacer todo lo que ellos quieran para no discutir o evitar que se enojen, no es necesario tener «buena onda» con los hijos.

¿Qué clase de padre quiero ser? el que pasa horas frente a la computadora cuando es la hora de poner límites como bañarlos o darles de comer, o el que habla por celular en la mesa, momento de compartir reglas de convivencia.

Hay que reflexionar acerca de los valores que se está impartiendo como padres, y tener presenta que hay que establecer estándares, para que los hijos tengan mensajes claros, dar significado y sentirse cuidados.

Alexandra Bilbao
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