Los estudiantes como espejo: ¿estamos preparados para recibir esa mirada?

Los estudiantes como espejo: ¿estamos preparados para recibir esa mirada?
Foto: Janeb13

Por Gabriela Fabi y Laura Canabal

En una investigación realizada en el año 2015 en dos Escuelas Técnicas del interior del país se realizó una encuesta en formato digital con una muestra de 124 estudiantes de ciclo básico donde ellos expresaron su opinión sobre diferentes temas relacionados a los centros educativos y actores institucionales.

Las preguntas intentan indagar como ven los estudiantes su transitar en las instituciones, qué sienten, qué opinión les merecen determinadas figuras y cómo sienten los vínculos con sus pares y docentes, así como sus trayectorias educativas.

Este método fue elegido para revalorizar la voz de los estudiantes en un ámbito donde priman otras voces. De todas las preguntas realizadas intentamos extraer las más significativas.

Datos que sorprenden

En los primeros años casi un 52 % de los estudiantes manifestaron haber repetido o abandonado un curso alguna vez, lo cual nos habla de una población vulnerable. Sumado a esto, cuando se les pregunta si ellos consideran que tienen alguna dificultad de aprendizaje el 51,6 % dijo que sí.

Las dificultades que más se presentaron fueron la escritura, le sigue expresión oral, lectura y comprensión.

Se les preguntó si cuando tienen dudas o dificultades lo hablan con sus docentes, el 53,6% manifestó que no pregunta o si lo hace permanece con duda. ¿Estos estudiantes están comprendiendo los contenidos de la asignatura?

En lo relacionado con la búsqueda de información, un 55% dice utilizar internet, un 25% libros y un 10 % dice que nunca busca información.

Un 48% usa de la computadora ceibal en el aula para la asignatura una o dos veces por semana y un 18% nunca.

También se investigó su opinión sobre las Direcciones y Adscriptos, donde ambas figuras son vistas muy positivamente en sus roles, solo un 10 % valora negativamente el rol de los adscriptos.

En cuanto al vínculo con el docente se investigaron varios ítems:

El interés del docente hacia los estudiantes, dándoles las opciones de “todos”, “algunos” y “ninguno”, el 59% piensa que todos los docentes se interesan por sus estudiantes mientras que un 36% dice que algunos y solo un 5% que ninguno.

Respeto de los estudiantes a sus docentes un 45% de ellos manifestó que trata a todos sus docentes con respeto, un 41% a algunos y el porcentaje de alumnos que no respeta a sus docentes discriminado por escuelas es de 15.6 % en una y 2.7% en la otra.

 

 

Cuando se hace la pregunta inversa del respeto de los docentes hacia ellos, en la escuela con menor porcentaje de falta de respeto por parte de los estudiantes un 83.8% dice que se sienten respetados por todos los docentes, mientras que en la otra escuela solo el 62.5 % dice lo mismo.

En la devolución a los estudiantes se indagó que entendían por respeto, compartiendo el mismo concepto que tenemos las investigadoras.

Un 44% de los estudiantes dice haber sido retirado del salón al menos una vez, en la devolución oral con ellos la mayoría entienden que la causa no ameritaba la expulsión.

¿Cómo se sienten dentro de las Escuelas?

Un 45% se siente seguro dentro de los Centros; también indagamos sobre los temas que les preocupan, dando un 40% la violencia dentro de las Escuelas.

En las devoluciones a docentes de la visión de los estudiantes encontramos varias reacciones, desde la indiferencia de no concurrir o retirarse antes, hasta el asombro y en algunos casos preocupación por algunos conceptos. Encontrando otro grupo que se sintió interpelado por el decir de los estudiantes incluso cuestionando la veracidad de los mismos.

Algunos resultados reflejan que muchas veces hay un quiebre en estos vínculos tan necesarios para lograr aprendizajes exitosos. Tanto el cómo sienten el interés docente y el respeto hacia el alumno pilares fundamentales de todo vínculo.

Entendemos que no permitirnos reflexionar sobre “como nos ven”, que cambios debemos hacer, como se va desvirtuando ciertos roles en los centros, no colabora sino que perjudica y es desfavorable para lograr primero la permanencia de los estudiantes en los centros y segundo colaborar en hacer aprendizajes significativos.

Si bien nuestro objetivo era poner sobre el tapete la mirada de los estudiantes como manera de reflexionar y mejorar, nuestra impresión luego de las devoluciones pertinentes a todos los actores fue todo lo contrario. Lamentamos profundamente que fuera así, sin pena y sin gloria hay actores institucionales que siguen trabajando desde un solo punto de vista (el propio) o el aceptado tradicionalmente.

Un ejemplo son los resultados de evaluaciones internacionales como lo son las pruebas Pisa, que no han sido muy alentadores.

La pregunta que nos queda hacernos es ¿cómo poder mejorar si no podemos reflexionar? ¿Cómo podemos mejorar los vínculos si niego la mirada del Otro, protagonista de mi trabajo?

El enojo con el decir de los estudiantes, el malestar evidenciado en las devoluciones a autoridades, el silenciar y minimizar respuestas nos alarma profundamente. Quizás estemos ante la dualidad poder-saber que dificulta analizar cómo somos vistos e impide reflexionar.

Gabriela Fabi y Laura Canabal
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